Armando Julio Reverón Travieso (nacido el 10 de mayo de 1889 en Caracas, Venezuela, y fallecido el 18 de septiembre de 1954 en la misma ciudad), fue un destacado artista venezolano del siglo XX. Su obra y su vida están marcadas por una serie de características notables:
Pionero del Arte Povera y precursor de diversas corrientes artísticas: Reverón es considerado uno de los artistas más importantes de América Latina. Su carácter excéntrico y primitivo le valió el apodo de el “Loco de Macuto”. Además, fue pionero en el happening, el ensamblaje artístico, la instalación, la intervención, la escultura textil y el móvil.
Obra diversa y prolífica: A lo largo de su vida, Reverón creó más de 450 pinturas, 150 dibujos y numerosos objetos. Sus famosas muñecas de trapo son especialmente destacadas.
Desarrollo artístico en Europa: Reverón desarrolló su obra en ciudades como Barcelona, Madrid y París. Su estilo se caracterizó por la representación de la atmósfera del paisaje bajo los efectos de la luz solar directa.
Vida personal y compañera: En 1918, conoció a Juanita Mota, quien se convirtió en su esposa y única compañera hasta su muerte. Juntos vivieron cerca de la playa en La Guaira, donde construyeron El Castillete, su taller y morada. Esto contribuyó a que Reverón fuera reconocido como el Robinson Crusoe venezolano.
Reconocimiento internacional: A pesar de ser incomprendido por la sociedad, Reverón fue admirado por artistas e intelectuales como Pablo Picasso, Carlos Cruz-Diez, Fernando Botero, Gabriel García Márquez, Antonio Saura y Sofía Ímber. En 2007, el MoMA le dedicó una retrospectiva, siendo la primera dedicada a un venezolano y la cuarta a un pintor latinoamericano medio siglo después de Diego Rivera, Cândido Portinari y Roberto Matta.
Enfermedad y muerte: Reverón sufrió ataques, depresiones y crisis de psicosis a lo largo de su vida, posiblemente relacionadas con una fiebre tifoidea que contrajo en la infancia. Falleció inesperadamente a los 65 años, recluido en el sanatorio San Jorge de Catia, después de ser diagnosticado con esquizofrenia. Sus restos mortales reposan en el Panteón Nacional de Venezuela desde 2016.
En resumen, Armando Reverón dejó una huella significativa en el mundo del arte, tanto por su obra como por su singularidad y su influencia en diversas corrientes artísticas. Su legado sigue siendo relevante y apreciado en la actualidad.
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