Opinión

Una viejecita con la fuerza de Sansón (Josué Carrillo)

por Josue Carrillo
Noticia al Día

Seguramente, han tenido días malos. Te levantas, tomas un baño esplendido, te pones ropita limpia y sales al trabajo con la idea de ganarte el pan con todas las de la ley, pero, en el camino se tuercen las cosas, se apaga la moto, no enciende, el sol comienza a picar a las 9 de la mañana, te arrimas al templo La Milagrosa, esperas por el rescate, se complica todo, fallaron los cálculos, la moto te aplasta, te enojas. decides arrastrarla por tus medios desde Bella Vista hasta Valle Frío, bajando por Dr. Quintero, frente al BOD que está por Aguafiel se te van las fuerzas, te desvaneces, por el piso los electrolitos, eres diabético, las cervicales del cuello joden, el sol inclemente, sientes que las botas pesan toneladas, no respiras bien, esperas bajo la sombra sentirte mejor.

Sigues, llegas donde Guido, abasto D’ Agostino, pides una Coca Cola, la mujer tras la caja te mira con desconfianza, casi siempre cuando las personas atienden el dinero se deshumanizan, otra señora te ayuda, tomas el resfresco, el aire acondicionado hace que vuelvan las fuerzas.

Falta poco, es llegar a la esquina, tomar a la derecha para que la moto descienda sola por su propio peso, el calor te vence, te reclinas sobre el manubrio, una ancianita ya con canas te mira, "se siente bien", pregunta, "tiene mal semblante, a ¿donde va?, insiste.

La fuerza de la gravedad hace su parte. Alcanza a llegar de donde ha partido creyendo tener el mejor día, las botas de seguridad dicen lo contrario: se ven como cuando Terminator pierde la piel que cubre un esqueleto de metal, la caída fue fuerte, pero, de peores te has levantado.

Te recriminas por andar en La Cardenal cuando crees merecer algo mas confortable, pero, eres periodista, llevas una vida en eso, siempre en el filo de la navaja en un eterno sobrevivir.

Josué Carrillo