A mediados del año 1965 en Venezuela comenzaba a desarrollarse el espectáculo en la telvisión, sin embargo, aún mantenía el dominio de ese ramo la radio. Los programas en vivo con una capacidad creativa e imaginativa asombrosa exprimían las ondas, el sonido en los tansitores a lo sumo.
La radio tenía conciertos, novelas, concursos, todo con música en vivo y un equipo de afectos especiales, por lo general una persona de chispeante creatividad quien con unos cocos, una lata de zing, una matraca podía generar los sonidos de tormentas, rayos, centellas, andar de caballos, con la voz imitar animales, rugidos y hasta el cantar sofisticado de aves.
El poder de la radio ha sido tal que, todavía, en zonas rurales del país es el medio por excelencia.
Pero, la radio daba paso a la televisión y, en ese surgir de estrellas se debe hablar de un personaje icónico: René Esteves, Gerente de propaganda, un hombre del espectáculo quien triunfaba con programas de variedades donde se presentaban las mejores orquestas.
La oficina de René Esteves estaba entre Alcabala y Puente Sucre, según se lee en reportaje publicado en la revista Momento de 1965.
Fue Esteves quien descubrió a ese portento de la actuación: América Alonso, también a Eva Blanco.
Cuenta la el reportaje de Momento que René Esteves era un galán y un seductor, dirigía Fiesta Fabulosa y lo procuraban viejas artistas venidas a menos y jovencitas bellas con talento que, de una primera mirada, este cazador de estrellas podía distinguir.
Con recortesdejosue: Revista Momento de 1965
