- Publicidad -
jueves, marzo 28, 2024
31.1 C
Zulia

MAMACRUZ santifica al Ser: Patricia Ortega brindó con cine

- Publicidad -

Nuestra gente de cine, asistida institucionalmente por Viviana Márquez y Ramón Bazó, está de
plácemes: este notable gran movimiento, de haceres y estrenos, tuvo un extraordinario
corolario con el preestreno de una obra de arte, conmovedora y sorprendente, donde la
realizadora zuliana Patricia Ortega establece un promisorio sendero de maravillas para sentir y
pensar. Diría que la saga de su creativa familia alcanza un dorado fulgor de reflectores
iluminando el cielo maracucho.

En mi corazón aún no escampa desde que ví, la noche del pasado martes, 16 de mayo, en una
sala Cinex del Lago Mall, el preestreno de la última extraordinaria película de mi cómplice
bonita, Patricia Ortega. De entrada confieso que esta nota aparecerá cargada de harto
sentimiento, de chorros de posverdad, porque, desde que ella misma me llevó de la mano a
ver “El Niño Shuá”, hace un montón de años, en el Camlb, desde entonces le pertenezco, en
cuerpo, alma, cerebro y corazón. Mi, Nuestra, Niña Pat…


Pero Noticia Al Día me encomendó la gloriosa tarea de escribir lo que fue esa sesión de
preestreno de MAMACRUZ, un film que requiere de esa categoría de mayúsculas ribeteadas
con diamantes. Esa preciosa abuela soy yo mismo, creyéndome y sintiéndome grandioso en la
medida que asumo mi propia sexualidad como un carnet de identidad ontológica, algo así
como lo que he venido leyendo en, por ejemplo, Michel Foucault: “En todos los tiempos, y
probablemente en todas las culturas, la sexualidad ha sido integrada a un sistema de coacción;
pero sólo en la nuestra, y desde fecha relativamente reciente, ha sido repartida de manera así
de rigurosa entre la Razón y la Sinrazón, y, bien pronto, por vía de consecuencia y de
degradación, entre la salud y la enfermedad, entre lo normal y lo anormal”.


Ayer jueves, 18 de mayo, en la Facultad Experimental de Arte de la Universidad del Zulia, fue
proyectada la penúltima película de Patricia Ortega, titulada Yo, Imposible, rodada en 2016.
Varias claves de la cinematografía de Patricia derivaron de esa pieza extraordinaria. Podríamos
decir que estamos ante un discurso cinematográfico escrito en lenguaje propio. Estas “vaginas
iluminadas” (sic, ella misma) que le permiten, allende el mar de las referencias teóricas,
afirmar que “la sexualidad es un territorio de guerra”. Fue aquí donde el tocayo Ramón brindó
un detalle magistral: la primera pieza facturada por Patricia fue un cortometraje titulado El
Hombre Serio, inspirada en ese cuento de don Rutilio, donde un hombre caraqueño llega a El
Saladillo para participar en la demolición de aquel viejo barrio mágico y entonces las putas del
lugar se revelan, cual Lisístratas maracuchas, y con sus “papos enardecidos” impiden al
extranjero criollo acabar con esa identidad primigenia…

Después, durante el conversatorio con los brillantes chicos y chicas de la Feda, soltó otras
ideas formadoras: Ella rueda con ciertas claves de luz que nuestro todopoderoso sol de
Maracaibo perturban sus atmósferas intimistas; que desarrolla un profundo vínculo con sus
poderosas actrices, que aún cuando ahora vive y trabaja en España y, de hecho, rueda un cine muy español, ello no le impide insertar sus semánticas propias, de esas maneras de contar cine
que ya están dando de qué hablar en festivales como Sundance, por ejemplo.

Asumo las palabras, sobre la película, de Romina de Ruggeri, directora central de Extensión de
la Universidad del Zulia: “manifiesto indispensable para replantearnos tanto de la
vida…Mamacruz o la sonrisa vertical iluminada.”Yo siento cosas aunque tú me sigas viendo
como un florero” dice resignada la abuela, madre y esposa, Cruz, interpretada por la
espléndida Kiti Mánver, al que no la mira desde hace años, su esposo (interpretado por un
clown llamado Chema del Barco)….”.

Ella instigó las mías: La película es una nueva joyita del cine universal. Se escribe rápido y se
disfruta, lento y capcioso, como esa escena final, iluminada y total, para una magistral pieza
que Patricia ofrenda a su madre…Pensé en una obra más densa, por el argumento, pero
nuestra directora magistral la aligera, con una estética preciosa, de oscuros rosados y unos
fotogramas sutiles y capciosos, como si de un polvo cósmico se tratare…Estoy muy feliz de esta
película y su trascendente asunto tan nuestro de cada día. Y, ok, el “todes” de ella puede ser
una joda “orteguiana”, pero esa mujer que me habita, al igual que a cada varón que se respete
le sucede, anoche sintió que la palabra sororidad bien puede ser un indispensable verbo…

Patricia estaba feliz esa noche lluviosa, compartiendo entre amigos y amigas de su vida
notable. Mientras ella conversaba con el público, acompañada por Márquez y Bazó, en la
memoria giró aquel encuentro del reportero con Fernando Birri, maestro legendario, con
quien Patricia aprendió tanto en la Escuela Internacional de Cine: “Oye, si ves en Maracaibo a
Patricia, dile que recuerde siempre contar todas esas maravillosas historias con las que nos
deleitaba en San Antonio de los Baños…”, me confidenciaba el protagonista de Un señor ya
muy viejo con unas alas enormes.

Y, sí, ese don pleno de duende le viene desde niña, cuando, en su seno familiar, se leían las
desopilantes y lúcidas Crónicas de El Saladillo, de Rutilio Ortega. Sigamos leyendo a Romina:
“Agradezco muchas cosas en la película de Patricia Ortega: 1) La inclusión de TODOS LOS
CUERPOS: las mujeres son bellas gordas, flacas, tallas supremas o ínfimas. El cuerpo es un
vehículo para alcanzar todo nuestro potencial. 2) La tercera edad como protagonista
ABSOLUTA siendo otras edades secundarias o terciarias. Hay tantas historias que nos hemos
perdido de nuestros abuelos y abuelas. Se merecen estar allí, representadas. 3) Quitarse el
corset para quitarse las ataduras de una sociedad que norma los cuerpos y amarse tal como se
es con estrías, colgajos y rollitos. ¿Quien dijo que los centímetros de más o de menos nos van a
hacer más felices? Metáforas sutiles nos regala nuestra directora marabina, como la de
presentarnos como protagonista una sencilla costurera que le toca coser las roturas de la
mente, mano a mano que hilvana el ropaje de vírgenes y santos en la iglesia. Viviendo la
paradoja de ser santa porque no le queda más remedio (su esposo sabe solo dormir en la
cama) o por el contrario empoderarse en temas hasta ahora fueron silentes en su mente,
como el de la sexualidad.”.

Al concluir la proyección de MAMACRUZ, este reportero que me habita, un tris emparado
todavía, recogió impresiones de parte de los afortunados espectadores del histórico
preestreno: La profesora y directiva de la Alianza Francesa, Ana Colina, apuntó, conmovida:
“me encantó…! me parece una película muy bien esa con la trama me interesas y de verdad
excelente en dirección de Patricia Ortega”.

Liliana Blanco, directora del Centro de Bellas Artes refrendó: ¡Espectacular Patricia! Me
encantó la película: tierna, intensa de verdad, que es sobre todas las madres de todo el mundo de los hombres…Hay que aprender a vivir con la sexualidad y este una bellísima manera de
aprender..Gracias”. Su esposo, el arquitecto Gustavo Montero, también comentó,
entusias,mado: “¡Espectacular…! De verdad que es una bellísima película que oficia el
aprender a vivir con la sexualidad, sobre todo en la tercera edad…”.

La maestra Mary Franco, de Fundateatrista: “De verdad que estoy muy conmovida, por el tema
que toca y es una oda a las mujeres maravillosas..Un trabajo de Patricia que, además, nos
venga a entregar lo cual me parece más maravilloso todavía: que quiera compartir con
nosotros. De verdad muy conmovida por esa narración exquisita, en pocas palabras, fue una
maravillosa experiencia..”.

Persona importante del lar de las Ortega, la señora Ana González no dudó en exclamar: ¡La
película es bien bella! Porque ahí se trató de una, de las mujeres y por eso que me gustó
mucho. Y más todavía por Patricia, quien es como de nuestra familia. Con ella estaba Leyda
Atencio Lira, quien coincidió con doña Ana: “Me pareció estupenda, porque se trata de la
mujer y que nosotros siempre estamos ahí, presentes, lo que va más allá de la edad que
tengamos, ya que siempre permaneceremos vivas y con fuerza…Gracias, Pati…”.

Patricia admitió en la Feda que el maestro Alejandro Vásquez fue su elemento revulsivo,
cuando ella estuvo en la Escuela de Fotografía Julio Vengoechea: “Altamente sensual. El
tiempo fluyó con poesía. La película está hecha de manera bestialmente sencilla, por lo que se
te hace corta, ya que parece durará como 20 minutos, Y para un fotógrafo lo que me alucina es
esa, su mirada, que es lo que complementa ese guión formidable. La Patricia, con el mito de
fotografía preciosa, es una cosa que te lleva, nos lleva, a viajar porque ese mundo que está tan
inexplorado y tan trancado en la sexualidad…”.

Maestra de la danza, Ameley Rivera propuso: “Es una película espectacular. Me encantó
realmente. Se manejan muchos conceptos que están relacionados totalmente con la mujer. Y
con ese despertar, de no quedarse dormida a través de los años. Esta reflexión te valoralora
como mujer y, bueno, se tocaron otros conceptos, relacionados, por ejemplo, con la pareja,
con los afectos hacia las personas que tenemos a nuestro alrededor..Me pareció tan pero tan
buena…”.

Nos sentimos tan contentos de compartir con el maestro, pionero del cine zuliano, Augusto
Pradelli: “Esto es una belleza, un regalo para el mundo y yo siento que para Maracaibo más,
porque es una amiga de todos, nuestra Patricia..¡Dios mío! Me emocionó, me hizo reír, lo
disfruté muchísimo porque es algo que me toca, y que nos toca…Con esa realidad que ella
muestra, donde nos hace ver un cine distinto. Esto es un cine de profundidad, un cine que te
motiva tantas preguntas valiosas. No sé cuánto podrá afectarte emocionalmente, porque, con
la edad, a todos nos afecta, a todos nos llega. Todos formamos parte de esa historia. Así que
Gracias, a Patricia…¡Dios mío!, que siga produciendo cosa tan bellas como esta que acabo de
ver…Confieso que estoy muy emocionado…! Gracias…!…”.

La brillante periodista, Adriana González Boscán, también compartió sus emociones: “Me
parece que la película cuenta con una dirección impecable. Me encanta que hizo cierto guiño a
la cultura del maracucho, sobretodo con ese ese vistazo “Abigaíl”, en la primera escena..Pero,
en general, creo que la película da paso a la interpretación estupenda, donde se nos muestra
como redescubrirse, como pensar en uno mismo, desde las etapas del placer, pero también
más allá del descubrirse, del volver a uno mismo…Siento que hay mucho de eso, se nos mira
como mujeres, como personas..No recuerdo bien esas frase donde ella interpela a su esposo y
le dice algo así como “Tú quieres seguir siendo florero, tú me ves a mí como florero..”.

Entonces ahí está ese impulso para despertar y volver a reencontrarse con con la esencia y
belleza de lo que uno es como mujer…”.

Al maestro del cine zuliano, mi tocayo y hermano, Ramón Bazó, le pareció: “Bueno, creo que
nos encontramos nuevamente con Patricia Ortega, ya con un nivel de madurez muy superior.
Ya antes ella había desarrollado, en nuestro país, dos largometrajes de ficción en tiempo
presente, como fueron El regreso y Yo, imposible. Y ahora nos encontramos con una Patricia
más universal, que ha madurado su lenguaje cinematográfico y que nos adentró en territorio
del cuestionamiento. Una película que va más allá de lo nacional pero que llegará a cualquier
latitud, ya que nos plantea la ruptura, por muchísimo, con paradigmas sociales y culturales, de
los cuales nos vemos impuestos en la sociedad occidental, que es cristiana y así vemos cómo
un personaje tiene gran redención, así, en medio de la presión hacia la sexualidad y hacia la
sensualidad, hacia la vida en la tercera edad…Creo que es una película que verá mucha gente
y creo que puede funcionar muy bien…Está película debería estarse e strenando en España en
noviembre. Por está en el año de festivales. En Sundance le fue muy bien y ahora pasó y
pasará por otros festivales, siempre cosechando las mejores críticas…Es, sin lugar a dudas, una
gran obra cinematográfica..”.

El maestro Henry Semprún, presidente de Fundateatrista, cerró el ciclo: “Estamos ante una
dramaturgia sostenida y con altísimo nivel y rigor cinematográfico, y que genera, por supuesto,
la expectación y las emociones más grandes del mundo de la sexualidad tardía. Hace mucho
tiempo pensé que nuestro arte nos debe permitir seguir siendo jóvenes y aunque estamos un
poco grandes, siempre tendremos espacio para fluir. Esta película va a calar muy
profundamente en el alma de todos los zulianos y, muy especialmente, de las zulianas. Ahora,
siempre ests historias han de tratarse como brollos, hasta que llegó Patricia con su Mamacruz
y entonces…”.

La lluvia continuó cayendo esa noche de martes pero MAMACRUZ nos había rececordado a la
señora Macy, la protagonista de La balada del café triste, la novela de Carson McCullers: “ (…)
Pero mire lo que la iglesia ha hecho con Jesús durante los últimos dos mil años. Qué han hecho
de él. Cómo han desfigurado cada palabra que pronunció para servir a sus malvados
propósitos. Jesús estaría en la cárcel, si viviera hoy…”. O, mejor, muy bien tejido y resguardado
en el alma de Patricia Ortega y sus iluminadas vaginas. Una belleza para pensar y creer. ¡Salud!

Alexis Blanco


(Fotos y videos de Isidro López)

Lea también: https://noticialdia.com/al-dia/cine-entrevista-con-patricia-ortega-soy-transfeminista/

Noticia al Día

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas
más

Avance Digital NAD

Recibe en tu correo las últimas noticias, acontecimientos e información relevante para mantenerte informado y al día.

- Publicidad -
- Publicidad -