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¿Cómo saber si tu hijo es adicto a los videojuegos? Descubre los síntomas y efectos de este trastorno (Emily Reyes)

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Con los años, la era de las pantallas nos ha ido absorbiendo, tanto a los adultos como a los niños y, más aún, a los adolescentes. A menudo, vemos como estos últimos pueden pasar más horas detrás de la pantalla que incluso durmiendo, expuestos especialmente a las redes sociales y los videojuegos. Lo que no solemos ver son los potenciales efectos de este hábito, entre los que destacan deterioro en las habilidades sociales, trastornos de sueño, problemas de ira e incluso depresión… Estos trastornos no solo ocurren por el alto consumo de videojuegos, sino también por la clase de videojuegos a los que se exponen.

Ahora bien, antes de hablar de adicción a los videojuegos y sus efectos, definamos un poco este término. Según la OMS, la adicción es una enfermedad física y psicoemocional de dependencia o necesidad de alguna sustancia, actividad o relación.  Entonces, ¿qué es la “adicción a los videojuegos” o Internet Gaming Disorder como lo describe el DSM – V (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales). En 2013, Carbonell la definió como la participación recurrente y persistente durante muchas horas en videojuegos, normalmente grupales, que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo.

Pero, ¿qué significa “clínicamente” significativo? Esto quiere decir que interfiere en nuestras funciones diarias causando que no podamos efectuarlas eficazmente; por ejemplo, el deterioro del sueño, problemas a la hora de comer, cambios de humor, excusas para faltar a clases, depresión si no pueden jugar, entre otras.

Esto sucede ya que algunas conductas de juegos activan un sistema de recompensas muy parecido a los que activa las drogas y producen síntomas conductuales comparables a los que producen las sustancias. Anudado a esto, muchos juegos actuales, principalmente juegos en línea, no te dan la posibilidad de pausarlo, por lo que el juego nunca termina, lo que potencia este ciclo vicioso.

¿Qué causa que los niños, adolescentes e incluso adultos sientan la necesidad de jugar?

En muchos casos, las personas que juegan videojuegos de forma viciosa están contrarrestando algunas deficiencias en sus vidas diarias, ya sean problemas de pareja, falta de vínculos de amistades, bullying, problemas de apariencia física, discapacidad, trastornos, etc.

Para saber si alguna persona está cayendo en la adicción a los videojuegos se deben cumplir ciertos criterios que un psicólogo debe diagnosticar con ayuda del DSM-5 y otros profesionales. Sin embargo, estar atentos a los siguientes signos puede ser muy útil:

  • No querer salir del cuarto incluso ni para comer o bañarse.
  • El sentimiento de craving o euforia al jugar.
  • Baja tolerancia
  • Pérdida del control de ira
  • Abandono a otras actividades.

En muchos casos, se presentan síntomas de abstinencia, si le es retirado el videojuego. Por ejemplo, descuido de los vínculos interpersonales, sentimiento de vacío o irritabilidad cuando no se está en el videojuego, migrañas, problemas de sueño, entre otros.

Pero algo importante a destacar es que no todos los videojuegos son malos, el problema está en el tipo de videojuegos que como padres le permiten jugar a sus hijos y las horas establecidas para jugar. Si lo juegan de manera sana y controlada, puede tener beneficios en cuanto a su creatividad, el idioma, destreza de sus habilidades motoras finas, concentración, entre otros.

Por lo que la recomendación para padres, cuidadores y educadores es empezar averiguando qué videojuegos consumen realmente los niños o adolescentes y verificar si no son adecuados para su edad; si no lo son, no los compre. Si existen discusiones, explique por qué la decisión de no comprarlo y ayude a encontrar un juego más apropiado y apto para la edad del menor.

Otra recomendación es hablar con ellos sobre las cosas que se ven en los juegos (armas, violencia, contenido erótico, etc.) ya que lo prohibido suele tentar y lo que no se habla lo pueden investigar. Nada mejor que darle la información que como padres quieren que sus hijos reciban.

Por último, diferenciar con ellos la realidad y la imaginación, pero sobre todo darles espacios compartidos con ustedes donde puedan realizar otras actividades en su tiempo libre, lejos de las pantallas, y conversar mucho con ellos, ya que el exceso de juego puede ser su forma de reaccionar frente a un malestar psicológico.

En conclusión, las adicciones a los videojuegos vienen asociadas al tiempo que los niños le dediquen a esta actividad y el tipo de juego que se le permite utilizar. Así que la recomendación final es que como padres tengamos la responsabilidad de dedicarle más tiempo a jugar y hablar con nuestros hijos y, de esa manera, reducir el riesgo a estas adicciones.

Si desea mayor orientación para enfrentar la adicción a los videojuegos de su hijo o hija o cualquier otro apoyo psicológico, mi consultorio tiene las puertas abiertas para recibirlos. Puede contactarme al 0424-6242508 o a través de mi cuenta en Instagram @Psic.emilyreyes

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Dra. Emily Reyes

Psicóloga

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