La Fortuna cobijó a cinco personas el mediodía de ayer al explotar 40 bombonas en la casa donde se vendían, ubicada en la calle 184 del barrio La Polar, municipio San Francisco. Pudieron haber muerto por la magnitud del siniestro. “Yo pensé que íbamos a morir pero afortunadamente sólo fallecieron el loro, un pavo y cuatro gallinas. Dios estaba con nosotros”, dijo esta mañana José Gregorio Portillo, uno de los sobrevivientes del estallido que estremeció buena parte de esa zona del sur.
“Cuando escuché la primera explosión corrí hacia dentro de la casa junto a mi padre Ismael Portillo, su mujer, Marlene Caridad de Portillo, un primo y yo. Luego ocurrió explosión tras explosión. Los nervios me atacaron y no recuerdo cuanto tiempo duró la tragedia. Creo que como 20 minutos. Yo pensé que no nos íbamos a salvar”, comentó en su casa Portillo, mientras que funcionarios de Siniestros del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) realizaban experticias en compañía del jefe de Bomberos del Sur, Jhon Bravo.
Fueron en total cinco los lesionados por el accidente. José Gregorio Portillo sufrió quemaduras en sus dos piernas y brazo izquierdo, quien ayer mismo fue dado de alta; Alexander Gotera, un menor de 16 años pasaba por el frente de la casa de los Portillo al momento de las explosiones, al igual que su tío Brinolfo Gotera, ambos vecinos del sector fueron otros de los heridos. De estos, sólo el adolescente permanece recluido en el Hospital Coromoto de Maracaibo.
Los otros dos afectados fueron el chofer y el ayudante del camión de la empresa de Tony Gas. Las autoridades del cuerpo de bomberos creen que la mala manipulación de las bombonas ocasionó el accidente.
Ismael Portillo dijo tener 30 años vendiendo bombonas en ese lugar y primera vez que ocurre un siniestro como ese. Aseguró que todo ocurrió porque los dos hombres que trajeron las bombonas las tiraron desde arriba del camión al piso y una de estas, al parecer recargada, botó la boquilla y en una presunta chispa al golpearse generó la reacción en cadena.
Una tras otra fueron explotando y de las casi cincuenta bombonas que habían, de diferentes tamaños, solo quedaron como ocho. Pedazos de metales causaron daños la estructura de la casa, mientras que la onda de calor y algunos objetos alcanzaron a cinco personas.
Sentado en una silla y consolado por su hermana Brigida, Ismael no paraba de lamentarse por lo sucedido, pero a la vez le daba gracias a Dios porque solo se le quemó su camioneta Chevrolet D´Maz, que estaba en el garaje y los muertos fueron animales de corral y el loro.
La actuación de Bomberos del Sur fue rápida y efectiva. Casi treinta hombres, al mando del comandante Jhon Bravo, llegaron al sitio. Conjuntamente con funcionarios policiales del Cpbez y Polisur acordonaron e inspeccionaron la zona, Varios trozos de bombonas fueron a parar en algunas residencias pero ninguno de esos metales causó daños humanos.
Fotos: Xiomara Solano
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